Ingredientes
120 g de jabón de glicerina o coco, o jabón de Marsella
2 cucharadas de aceite herbario de romero y germen de trigo (base: aceite de oliva)
1 cucharada de miel
600 cc de infusión concentrada de romero y lavanda (proporción: 15 g de planta seca o 30 g de planta fresca en 100 ml de agua)
1 pizca de ácido cítrico (opcional)
10 gotas de aceite esencial de romero, 10 gotas de aceite esencial de lavanda y 2 ó 3 gotas de aceite esencial de tea tree (opcional)
Procedimiento y sugerencias
Al preparar el aceite herbario, sugerimos agregar el germen de trigo en una proporción pequeña (sólo 2 cucharadas un volumen de 150 ml).
Rallamos el jabón base o lo cortamos en rodajas finitas y lo derretimos en olla o jarro enlozado a baño María. Luego añadimos el aceite herbario y la miel. Revolvemos durante unos segundos permitiendo que se homogenice y tome cuerpo. Luego agregamos la infusión y revolvemos con energía. Por último agregamos el ácido cítrico y los aceites esenciales. El ácido cítrico evitará la oxidación; los aceites esenciales de romero y lavanda potenciarán las propiedades del gel; el aceite esencial de tea tree trabajará como conservante natural.
Finalmente, envasamos en botellas plásticas flexibles de unos 250 ml y las conservamos en la heladera hasta el momento de utilizarlas.
El gel mostrará una tendencia a volverse sólido en la botella, sobre todo si la temperatura ambiente es muy baja. Colocando la botellita unos instantes bajo el agua calentita de la ducha mientras la agitamos con energía, volverá al estado de gel.
Este bellísimo gel natural es suave y refrescante, tiene un aroma exquisito, protege, nutre y revitaliza nuestra piel.